Este año inicié un proyecto para ayudar a seis personas con distintos estilos de vida a desarrollar el hábito de la lectura. Después de siete meses, cada uno lo cimentó a su manera. Por eso te comparto ocho recomendaciones que les fueron útiles en su proceso.
1. Elige un libro de un tema que te guste
Si un libro no te gusta ni te llama la atención se convertirá en un excelente método para ver el hábito como algo aburrido. De hecho, hay ocasiones en las que nos imponen lecturas para que mejoremos en nuestro trabajo, pero eso solo nos agrega presión si no tenemos el hábito cimentado. Por eso recomiendo que leas lo que te gusta, lo que te motive, que te haga desear sumergirte en tu propio universo.
2. Abandona las lecturas
Concluir siempre lo que empezamos es un tabú. Tenemos muy poco tiempo como para perderlo leyendo algo que no nos gusta. Si el libro comienza a aburrirte, déjalo. Hay veces en las que simplemente no era para nosotros, otras donde podrás retomarlo semanas, meses o años después. Abandona y busca el siguiente.
Tres de las personas del proyecto dejaron un libro a medias y empezaron con otro. Una de ellas retomó el primero después de varios meses.
3. No te compares
Las personas que leen varios libros al mes no deben ser tu modelo de lector. Cada persona es diferente en gustos, ritmo de lectura e intereses ajenos a los libros. Quizá tu pasión es el baile, lo que está excelente: entonces se comprende que para ti la lectura no obtendrá la atención y el tiempo que alguien a quien sí le apasiona.
Tú ya eres válido como lector por poner esfuerzo en el hábito a tu manera.
4. Celebra tu avance
No importa si solo has leído un párrafo, una página o diez capítulos; todo cuenta y todo suma en tu proceso.
5. Libérate de la culpa
Habrá días, semanas y meses en los que no se te apetecerá leer (bloqueo lector): te costará o no tendrás el tiempo disponible. Eso es normal en cualquier lector, todos lo vivimos.
Personalmente, este año empecé un proceso de restauración interna con el que me costó concluir lecturas. Sentía mucha culpa, pero ahora comprendo que es parte de la vida lectora. No soy menos lector por sufrir un bloqueo que duró meses.
6. Siempre habrá una opción para ti
Hay lectores que prefieren novelas, otros, cómics, otros, libros de no ficción, y unos más, guiones o dramaturgias. Algunos aman leer en papel, otros, en lectores digitales (como yo), y unos más, en audiolibro. Encuentra el género literario y el medio de lectura con el que te sientas más cómodo. Con tantas opciones, nadie puede sentirse inadaptado en el mundo lector.
Por ejemplo, una de las mujeres del proyecto es una bailarina talentosa de baile español: es su pasión, por lo que leer es una actividad que le es retadora porque la obliga a permanecer quieta. Sin embargo, descubrió que el audiolibro es un buen aliado para ella.
7. Comparte un poco de lo que lees
Los libros nos hacen pensar y nos revuelven las emociones. A veces, guardarlo da ansiedad, por lo que recomiendo que al igual que le cuentas sobre una película a alguien más, haz lo mismo con lo leído: háblalo, sube una publicación a Facebook, escríbelo en tu diario o graba un video. Eso te apoyará a recapacitar lo aprendido, a desahogarte y a animarte a continuar con el hábito.
8. Haz tuyo el libro
Subraya las frases que te gustan con distintos colores, escribe tus pensamientos en los márgenes, colócale post-its y más. Además de mejorar tu atención al leer, te hará sentir uno solo con el libro porque tendrá pequeñas partes de ti. Te estás fusionando con el proceso.
Así que, si estás iniciando el hábito, aplica los consejos que te sean útiles. Como siempre digo: nada está escrito, no hay reglas, cada lector es un universo e irá creando las suyas.
¿Qué otro consejo te ha servido para mejorar como lector? Compártemelo en la cajita de comentarios.
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