El Baile de las Luciérnagas es el único libro que me ha hecho llorar, convirtiéndose así en mi favorito de ficción para adultos. Precisamente, en otro artículo compartí por qué me encantó, como el hecho de que representa muy bien los aciertos y retos de la amistad. Por eso, en esta ocasión te comparto las lecciones que aprendí de él.
Si quieres saber más sobre la novela, puedes leer el siguiente artículo: El baile de las luciérnagas: 30 años de amistad entre dos amigas.
1. Un amigo verdadero no te etiqueta
Puede que no siempre esté de acuerdo con tus decisiones, tu estilo de vida, tus deseos, tu ideología o fe, pero eso no debe ser una razón para que te invalide, villanice, irrespete ni desprecie por no compartir tu punto de vista. Un amigo verdadero te valida y respeta sin importar cómo eres; no te juzga a través de lo que él cree que es correcto.
2. Un amigo verdadero no te resiente ni te envidia
Toda vida es distinta, así que habrá momentos en los que tu serás más hábil en algún área, te llegarán buenas oportunidades o simplemente tu vida será un poco más cómoda que la de tu amigo. Pues un amigo verdadero no se siente inferior a ti ni envidia por lo que has conseguido, tampoco demerita tus logros; al contrario, se alegra, ya que comprende que tú tienes derecho a tener buenos momentos, así como él los ha vivido en otras ocasiones.
3. Un amigo verdadero te enoja
Un amigo hace acciones que te lastiman, enojan, decepcionan. Eso es normal, ya que es imperfecto y humano, como tú o como yo; no necesariamente significa que sea mal amigo. Puede que te provoque canas verdes, pero ten por seguro que, si es un verdadero amigo, jamás lo hará con mala intención.
No obstante, si comienza a mostrar actitudes agresivas hacia ti o lleva mucho tiempo haciéndote sentir incómodo, es tiempo de dejarlo de ir… Lo que lleva al siguiente punto.
4. Todo amigo verdadero tiene un tiempo
Quizá esa amistad de la que ahora te sientes agradecido solo durará dos años más o dos meses más. No tengas miedo de perderlas ni de que se acabe su tiempo en su vida. Lo importante es lo que siembran en ti mientras las tienes, los momentos que viven juntos, los recuerdos buenos que coleccionas a su lado. A veces retenerlas más de lo debido termina dejándote un mal sabor de boca.
En lo personal, me entristecía por las amistades que se acabaron en mi vida, sea porque ambos cambiamos o porque las circunstancias nos alejaron; no obstante, después de leer la novela adopté la mentalidad de agradecer el tiempo que las tuve, porque en ese momento hicieron mi vida más feliz. Así es que es bueno recordar que un amigo verdadero tiene su tiempo: a veces es poco, a veces es mucho y a veces es para siempre.
Espero que estas lecciones te sean de apoyo para ser un amigo verdadero o saber quién no lo ha sido en tu vida. Y, si no quieres leer la novela, puedes ver su adaptación en Netflix.
Es cierto, hay amistados que son por períodos y otras que son para toda la vida. Tengo solo 2 amigos desde hace más de 4 décadas, otros 3 de casi 3 décadas, otros de menos de una década. De ahora en adelante seré más selectivo. Me ha costado en algunas ocasiones alejarme de amistades que no suman a mi vida. Por el momento mi "escaner" no identifica a ninguna amistad tóxica, ya salí de esas... jeje. Buenísima reseña. Gracias por compartirla.
me encantó esta reseña de las Luciernagas y la amistad