Hace poco compartí cinco curiosidades de la edición del 25.º Aniversario de Harry Potter y la piedra filosofal. Entre los datos que me guardé, está la historia de cómo el —en aquel entonces— ilustrador principiante Thomas Taylor creó la primera portada de lo que sería el mayor fenómeno literario de las últimas décadas. Por eso, le pedí a una amiga que la tradujera... así que entérate de cómo ocurrió todo.
Un pincel con magia: Dibujando a Harry Potter
Por Thomas Taylor
A menudo me preguntan si me paralicé por la presión de producir el arte de la portada de cada primera edición de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Pero eso es porque hoy en día es difícil imaginar un tiempo en el que nadie había escuchado de Harry Potter. Yo era un estudiante recién graduado en 1996 —de 23 años— y estaba en busca de mi primer estelar en el mundo de la ilustración. La novela debut de J.K Rowling recién había encontrado su casa editorial. Por casualidad había dejado una muestra de algunas ilustraciones de magia y dragones dentro de mi portafolio en las oficinas de Bloomsbury. Recibí una llamada en la tienda de libros infantiles donde trabajada en ese entonces.
[La representación que Thomas Taylor hizo de Harry Potter se convirtió en una imagen familiar acompañando incontables artículos de noticias en los años siguientes a su publicación. Sigue siendo una muy querida interpretación de El Niño de Vivió].
Cuando viajé a Londres para conocer a Barry Cunningham, el editor que rescató al Niño que Vivió de la pila de manuscritos, me pidió que pintara a Harry aproximándose al Expreso de Hogwarts en la Plataforma Nueve y Tres Cuartos. Hubo algunas idas y vueltas sobre cómo dibujar a Harry aproximándose al tren desde el frente y al mismo tiempo no presentarle la parte trasera de su cabeza a los lectores. Después me entregaron un manuscrito impreso para que lo leyera en mi propio viaje de tren hacia casa desde la estación King’s Cross. Debí haber sido una de las primeras personas en el mundo en leer Harry Potter, aunque en todo lo que podía pensar era en cómo no estropear mi primera comisión profesional como ilustrador. Pero siempre tuve espacio para imaginar mientras les daba vuelta a esas hojas sueltas y conocía a Harry, Ron y Hermione por primera vez.
En ese entonces, la mayoría de los trabajos de ilustración aún se hacían en papel con lápices y pinceles. Usé las tintas de Dr. Ph Martin en papel para acuarela prensado en caliente para el arte de la portada y un crayón Karisma negro para los acabados. Probablemente también derramé café sobré él un par de veces. Me pidieron que también hiciera a «un mago» para decorar el fondo, así que —sin ninguna instrucción más específica— pinté a mi propio padre mágico en una bata de mago y un sombrero puntiagudo.
Probablemente muchos ilustradores concordarán en que es mejor dejar los primeros esfuerzos en el olvido. Sin embargo, en mi caso, mi arte debut se encontró en un libro destinado a ser uno de los más famosos en la historia editorial. Pero sería el mago en la contraportada quien por un momento atraería más la atención. «¿Quién es él?» querían saber los lectores. «No es Dumbledore, no es Quirrell ¡y tampoco es Snape!» ¿A caso había un secreto aquí? ¿Era esta una pista de algo que sucedería en los siguientes libros? Y ¿Qué es eso en el bolsillo del mago misterioso? Muchas teorías de conspiración empezaron a crecer, y el montón de cartas y correos para Bloomsbury se volvieron un torrente, hasta que eventualmente me pidieron que remplazara a mi padre por una pintura de Albus Dumbledore.
Así que la primera edición mostraba a un mago llevando un libro de hechizos en la contraportada, quien posteriormente fue cambiado por un retrato del director de Hogwarts, Albus Dumbledore.
Desde entonces, dejé atrás mis días ilustrando portadas de libros y pasé a escribir mis propias historias fantásticas, pero aún me siento orgulloso de compartir mi pincel con el mágico mundo de Harry Potter. Mi padre también está agradecido por la anécdota.
[La primera comisión profesional de Thomas Taylor después de graduarse de la escuela de arte fue la ilustración de la portada de Harry Potter y la Piedra Filosofal de J.K. Rowling. Después, se dedicó a ilustrar y también escribir más de una docena de libros ilustrados (Siendo los libros de Clovis el Tigre los más notables) antes de aventurarse él mismo en el mundo de la ficción infantil. Su novela más vendida, Malamandra (2019), ha sido traducida en 20 idiomas e introduce una serie de cinco libros sobre un pueblo costero místico llamado Puerto Misterioso. Actualmente, Thomas vive en la costa sur de Inglaterra].
¿Y tú conocías esta historia sobre la publicación de Harry?
Fantástico
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