Matilda es un emblema literario de la literatura infantil del Siglo XX, obra de Roald Dahl, mayormente conocida por su adaptación cinematográfica de 1996. Sin embargo, pocos son conscientes de que es una excelente opción para que los niños de entre 6-7 años avancen de categoría lectora.
¿De qué va la novela?
Matilda es una niña maravillosa: aprendió a leer a los tres años, es paciente, sensible, inteligente, culta y se la pasa entretenida leyendo. No obstante, sus padres, unos desagradables desatendidos y estafadores, la ven como una niña insoportable por el simple hecho de que no son como ellos quieren.
Matilda comienza a asistir a la escuela, en la que conoce a la terrible directora Trunchbull: una mujer que fue campeona olímpica de martillo que se deleita maltratando niños. También conoce a la Sta. Honey, su dulce maestra, y al parecer, la única que parece notar sus cualidades.
Lo maravilloso de la historia ocurre cuando Matilda descubre que su brillante mente la ha dotado de un curioso poder, un arma útil que usará a su favor para defenderse de los adultos y ayudar a otros niños.
¿Por qué es un libro que ayuda a los niños de 6 a 8 años a subir de categoría de lectura?
El libro es más largo que aquellos que están catalogados como primeras lecturas. Tiene 245 páginas en la edición de Alfaguara. La ventaja es que está ilustrado, así que el pequeño lector puede devorarlo sin problema y sentirse realizado por haber leído una historia superior a las doscientas páginas.
Presenta un contexto familiar crudo con padres ausentes y abusivos. El autor usa la sátira y la exageración para plasmar la situación, pero de una manera digerible.
Hay un contraste muy marcado entre los adultos egoístas que creen tener la razón por el simple hecho de ser mayores y los adultos comprensivos que validan a Matilda. Por lo tanto, el pequeño lector entiende que siempre habrá una persona mayor que esté dispuesto a comprenderlo, y otras que, lastimosamente, no.
Hay una escena en la que se explica que Matilda se siente incomprendida y sola. Cualquier niño que esté pasando por un sentimiento de soledad similar puede sentirse identificado y comprender que esas emociones no-alegres son parte de la vida.
La Sta. Honey explica que su tía, la Sta. Trunchbull, abusó de ella con golpes y amenazas cuando era pequeña, razón por la que ahora ella es una mujer temerosa. Eso le da la idea al niño de que muchas veces los adultos se comportan debido a las situaciones que vivieron, lo que les brinda un nuevo punto de vista más empático sobre ellos.
Hacia el final del libro, los padres de Matilda se van del país y la Sta. Honey la adopta. Luego se menciona que ambas fueron muy felices por primera vez en su vida. El pequeño lector puede captar que no siempre se recibe el amor de los padres como uno esperaría, pero sí de otras personas que muestran interés en ti. Además, por muy dura que sea la situación que esté pasando, habrá un punto donde todo mejorará si mantienes la esperanza.
Quiero aclarar que estas razones no hacen del libro un título inapropiado para el niño; todo lo contrario, ya que los acercan a situaciones de la realidad pero con empatía, humor y un tinte de fantasía. Una historia que se merece toda la ovación que ha recibido.
Si quieres convencerte de lo divertida que es, puedes ver la película.
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