El érase una vez quedó atrás.

Apuesto a que no sabes qué pasó con las princesas más famosas de los cuentos cuando se hicieron mayores, cuando les salieron canas, arrugas y les llegaron los dolores en las articulaciones. Bueno, yo sí.

Ahora Blancanieves es adicta a las cirugías plásticas. Cenicienta lidia con una hinchazón de pies y con una plaga de ratas en su palacio. Lepsia, la Bella Durmiente, depende de la cafeína… solo así permanece despierta. Marimar, la Sirenita, tiene cabeza de pez y piernas humanas. Y Rapunzel tiene menos pelo que una axila. Sí, sus vidas se leen bastante miserables.

Por eso, cuando me culpan de sus desgracias, las confronto y las animo a buscar un nuevo final feliz. Creo que todo saldrá bien, pero, cuando cinco amigas hacen lo mismo que funcionó 50 años atrás, ocurren disparates.

Por cierto, ya me conoces de todos los cuentos que has leído. Soy el narrador y es tiempo de que conozcas esta historia…

Pero que quede entre nosotros.