«Ana, ¿verdad?»: Un episodio de «La Dimensión Desconocida» para peques

Ana, ¿verdad? Francisco Hinojosa

¿Alguna vez soñaste que estabas en una realidad donde todo funcionaba diferente? De esos sueños que, por un momento, se convierten en pesadillas. Pues Ana, ¿verdad?, de Francisco Hinojosa y Diego Álvarez, nos comparte una historia con esa premisa. Y lo hace de una manera tan ingeniosa y cotidiana que se vuelve angustiante, mas no terrorífico.

Todo comienza por un pan

Ana es una niña despistada que, al salir de su casa para ir a la panadería a comprar unos bolillos, se pierde y termina en una ciudad extraña donde todos visten de verde y nombran los objetos de manera muy curiosa (los paraguas se llaman paragotas).

Confundida, se cruza con una señora que la ayuda llevándola a su casa para que llame a sus padre. No obstante, cuando Ana le da el número de teléfono, la mujer la tacha de mentirosa porque en ese sitio ningún número tiene ocho dígitos. Resulta que Ana se encuentra en Guadaliscorintia. 

En vista de que la señora no le cree, pasa ahí la noche y asiste a la escuela al día siguiente, solo para descubrir que todo el mundo se burla de ella por ser diferente. Sin embargo, aunque todos la llaman rara y creen que está chiflada, Ana se mantiene firme, sabiendo que no está loca. 

Ana, ¿verdad? Francisco Hinojosa

¿Por qué es un libro con un mensaje poderoso?

Ana se enfrenta a un cambio de realidad abrupto que, extremo y caricaturizado, no está muy lejos de situaciones que le mueven el suelo a los niños o a los adultos, como un cambio de escuela, una ruptura, el divorcio de papá y mamá, entre otros.

Lo más admirable de Ana es que a pesar de que se enfrenta a las críticas, a las burlas y a la incredulidad de los demás, se mantiene inmutable, sin dudar de su percepción sobre sí misma ni de lo que cree. Para mí, esa es la guinda del pastel en esta historia cómica y entrañable: el no dejarnos amilanar por lo que otros dicen o quieren hacernos creer.

Asimismo, recuerda el apreciar la realidad, ya que, aunque la vida no sea siempre perfecta, siempre hay cotidianidades que extrañaríamos si las perdiéramos de repente.

Ana, ¿verdad? Francisco Hinojosa

Recomiendo Ana, ¿verdad? porque:

  1. Es un primeras lecturas autónomas bastante amigable, con una prosa sencilla y juegos de palabras inventadas fáciles de seguir.

  2. Las ilustraciones están pintadas a crayón, lo que le aporta un toque nostálgico, vivaz, y ameno que evoca a un trabajo escolar.

  3. La historia tiene un arco dramático amigable para el lector que además acaba con un final feliz y satisfactorio.

  4. Podría ser un episodio de La dimensión desconocida para niños.

Ana, ¿verdad? Francisco Hinojosa

Así que Ana, ¿verdad? es una opción para todos aquellos niños que están aprendiendo a leer solos y que necesitan historias un poquitín más largas para agilizar su comprensión lectora. 

Acompañemos a Ana y animémonos a descubrir si será capaz de regresar a su hogar.

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