El gran libro de las siestas, de Giovanna Zoboli y Simona Mulazzani, es uno de esos tesoros que encontré en la aplicación Everand. A pesar de que parecía un álbum ilustrado común para leer por las noches, reveló ser un título idóneo para pequeños y grandes lectores que necesitan ver el descanso como un acto de disfrute, y aquí te comparto por qué.

El libro nos cuenta cómo toman la siesta algunos animales. ¿Y qué hay de nuevo en eso?

Bueno, no lo cuenta usando escenarios tradicionales como la granja, la selva, la ciudad, sino que presenta distintos sitios en los que varios animalitos que no tienen nada en común comparten espacio para dormir. Ese detalle tan simple pero tan importante, por contradictorio que parezca, es lo que provoca que el descanso y el sueño se perciba como algo natural, necesario, esencial para la mayoría de criaturas vivas.

A eso se le suma el encanto de que se personifican a los animales durmiéndolos en camas, lo que crea identificación y cercanía con los lectores sin importar la edad que tengan. Ellos te recuerdan lo acogedor que es acurrucarte en tu cama al final de un día cansado.

Y no pueden dejarse por un lado las ilustraciones: cercanas, adorables y, al mismo tiempo, melancólicas. Podrían ser de un libro de los años 60... y ese toque nostálgico se agradece, pues complementa muy bien la musicalidad de la prosa.

Así que si quieres relajarte después de un día cansado o quieres que tu pequeño lector se prepare para dormir, este álbum ilustrado es el indicado. Tan solo de escribir este artículo desde mi cama se me antojó acurrucarme.

Buenas noches.

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