¿Qué es el monster romance?

Entre los subgéneros de novelas que están en auge dentro del young adult, el monster romance sigue abriéndose paso desde hace algunos años. Muchos lo confunden con el romance paranormal, pero hay una gran diferencia. En el romance paranormal, la relación ocurre entre una humana y una criatura fantástica o mitológica que conserva características y comportamientos humanizados. Un ejemplo de ello es Crepúsculo, de Stephenie Meyer, en la que el vampiro, Edward, va a la escuela y lo único que se sale de su conducta humanizada es la cacería de animales por su sangre.

En cambio, en el monster romance, la relación ocurre entre un humano y una criatura mitológica o fantástica que tiene costumbres y hábitos distintos, incluso salvajes. La carga sexual es uno de los elementos importantes, lo que aporta la mayor novedad a la historia al tener cuerpos diferentes, opuestos. Aquí te comparto algunos ejemplos.

Ragoru, de S. J. Anders

Monster Romance

En esta historia, Evie se enamora de un lobo humanoide cuya especie está en peligro de extinción. Eso es lo que se gana por haber entrado a un bosque peligroso con el fin de entender a estas criaturas que han atormentado a la humanidad.

Morning Glory: Milking Farm, de C. M. Nascosta

En esta novela, la protagonista acepta un trabajo como ordeñadora en una granja de semen de minotauro. Eso desencadena una relación sexual entre ella y uno de los productores que más la frecuentan.

Hoofbeats, de Jove Chambers

En esta historia, un centauro le propone matrimonio a una dama de sociedad, y ella acepta, pues la criatura tiene una buena posición económica, además de que le despierta un deseo sexual feroz por su energía salvaje. Lo único que la inquieta es imaginar cómo funcionarán sus relaciones en la intimidad, ya que él es mitad caballo. (Eh, sí, ya imaginas lo novedoso de la historia.)

Y estos son solo algunos ejemplos de este subgénero. Hay otros títulos en los que los monstruos son ogros, hombres-serpientes, krakens, mantícoras, demonios y alienígenas. He de decir que no suelo juzgar géneros, para todo hay público. Pero… el simple hecho de leer estas tramas me causa náusea, quizá porque desde mi perspectiva lo percibo zoofílico.

El único monster romance que me ha gustado es Shrek.

¿Y a ti te gusta leer este género? Compártemelo en la cajita de comentarios.

Anterior
Anterior

«El gran libro de las siestas»: El álbum ilustrado que te arrulla

Siguiente
Siguiente

Las 6 fases de un sueño de «Creado para soñar»