Desde que tengo acceso al internet, me encanta navegar por páginas en busca de contenido literario. Y en una ocasión en el 2011, me topé con una sección llamada Cuentos para mirar en MSN, donde encontré un video de Ana María Shua en el que narraba uno de sus libros: Mascotas Inventadas. Desde ese momento se convirtió en uno de mis favoritos de la categoría primeras lecturas y aquí te cuento por qué.

¿De qué trata Mascotas inventadas?

Un pequeño niño, cuyo nombre no se menciona, dice que cualquiera puede tener un perro, un gato o una tortuga como mascota, pero no un pólter, una frátola, un cantejo, un rebudillo, una marmolia o un puñado de minimones.

¿Y qué clase de criaturas son esas? Bueno, él nos sacará de la duda contándonos lo que son, lo que hacen o no hacen y las consecuencias de no cuidarlos bien, como lo que ocurre con los minimones si los dejas en sitios incómodos o lo que pasa con las frátolas cuando las adoptas y no les agradaste. Cada mascota tiene lo suyo.

¿Por qué siempre recomiendo este libro?

La ilustración todavía es protagonista y, como está hecha a crayón, le confiere un toque orgánico, cercano, vivaz. Por lo tanto, capta la atención del niño con facilidad.
Te recuerda la responsabilidad de tener distintas mascotas, pues aunque el libro no contiene moraleja, se deja clara la importancia de ser considerados con las criaturas que elegimos cuidar.
Cada una de las mascotas es única, distinta, al punto que te dan ganas de tener alguna de ellas. ¡Por algo son inventadas!
Contiene un humor dulzón, muy a lo Begoña Oro.
A pesar de que no es una historia rimada, tiene cierta musicalidad que le agrega un toque mágico a la narrativa.

Así que, para mí, este libro es uno de los más entretenidos, originales, nostálgicos y bellos con los que me he encontrado. No te arrepentirás de leérselo a tus pequeños lectores. Te apuesto a que después de hacerlo querrán elegir una de las mascotas inventadas… o crear las suyas propias. ¡Todo puede pasar!

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