«Un calcetín infinito»: Un abrazo convertido en álbum ilustrado

Diciembre es el único mes en que las personas deciden llevarse mejor las unas con las otras por lo cercana que resulta la Navidad. Y, lo que más se antoja durante esa época es una lectura ligera, cálida y divertida con la que se pueda beber un chocolate caliente. Bueno, pues Un calcetín infinito, de Pedro Mañas y Eleni Papachristou, es la opción más idónea para ello. ¿Por qué? Aquí te lo cuento.

Un calcetín infinito

¿De qué va Un calcetín infinito?

En el día de Navidad, una anciana llamada Soledad revisa su calcetín esperando encontrar un regalo de Papá Noel, pero está vacío. Suponiendo que fue porque el calcetín es muy pequeño, se dispone a tejer otro… y lo hace con tanta lana que, cuando intenta ver el final, no lo encuentra. ¡Su calcetín es infinito!

Es ahí que se propone a encontrar la punta aunque le tome días, semanas o meses.

Un calcetín infinito

Final con espóilers (para padres)

Tras todo un año de recorrer múltiples lugares por los que el calcetín cruza, vuelve a ser Navidad. Para su sorpresa, se da cuenta de que la prenda no tiene final porque un anciano solitario ha estado tejiendo el otro extremo. En su encuentro, ambos descubren que son el regalo que estaban esperando, lo que tanto anhelaban, ya que ahora pueden hacerse compañía.

Un calcetín infinito Pedro Mañas

Fin de los espóilers

Relatada con rimas e ilustraciones que recuerdan mucho a las de los títulos dosmileros de El Barco de Vapor, crea una historia con el toque perfecto de humor, dulzura y esperanza para disfrutarla una noche de época de paz y amor. Ojalá lo adaptaran a una película… Me desvelaría viéndola en las vísperas navideñas.

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