6 Consejos de «Número Uno» para convertirte en experto

Número Uno de Anders Ericsson

Entre todos los libros de no ficción que he leído, Número Uno, de Anders Ericsson, ha sido de los más interesantes porque contiene consejos fáciles de aplicar si buscamos ser expertos en un área determinada. Es por eso que, de manera breve, te comparto aquello que puede transformarte en el mejor.

Estos consejos están respaldados por pruebas científicas y psicológicas, así que puedes estar seguro de que funcionan.

1) Crea representaciones mentales

Crear representaciones mentales es una de las formas más certeras de comenzar tu viaje como experto. Si, por ejemplo, tu meta es convertirte en un excelente orador, debes imaginar una escena detallada y específica de cómo te ves en la cúspide de la oratoria: tu tono de voz, tus ademanes, seguridad, presencia, apariencia, entre otros factores que anheles tener. Si no creas esa representación, no puedes guiarte, pues te ayuda a detectar los errores que cometes y a saber cómo mejorar basado en lo que quieres llegar a ser. Esto acaba convirtiéndose en tu mejor mapa.

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2) Practica deliberadamente

Este es el proceso principal que te permite mejorar.

  1. Sal de tu zona de confort. Si eres autor de fantasía, por ejemplo, y quieres mejorar tu habilidad para crear historias, intenta escribir un cuento de terror a partir de una nueva representación mental. El objetivo es incomodarte. Si no hay incomodidad, no hay avance. Si cuando practicas lo sientes fácil, es momento de cambiar la ejecución.

  2. Practica a solas. En las actividades grupales se pierde la atención y no puedes enfocarte en tus objetivos, así que practicar en soledad es lo más efectivo para que puedas concentrarte en lo que haces y cómo lo haces.

  3. Actúa con consciencia y plena atención. A veces realizas las actividades en automático, lo que es contraproducente. Por eso debes ejecutarlas con suma atención, como si tu vida dependiera de ello. Esto sirve para que detectes lo que no encaja con tus representaciones mentales.

  4. Obtén retroalimentación. Cuenta con un mentor o profesor que te indique si vas mejorando, cómo puedes avanzar o que te enseñe por qué estás fallando.

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3) Libérate de los mitos

  1. «No se puede». Solo porque ya superaste los 50 años de vida no significa que no seas capaz de adquirir otras habilidades (esto es un ejemplo). Es posible intentar y aprender cosas nuevas, incluso con limitaciones. El no se puede es una mentira.

  2. «El esfuerzo es suficiente». No, el esfuerzo no lo es todo. Existen personas que se esfuerzan demasiado y jamás logran avanzar, y es porque no mejoran su proceso ni ponen atención en los detalles que los hacen fallar, ya que todo el tiempo van en automático.

  3. «Hacer algo por mucho tiempo garantiza una mejora». No. Que le dediques bastante tiempo a alguna actividad no te convierte en experto. De hecho, las estadísticas muestran que los cirujanos que llevan 30 años de carrera cometen más errores que los recién egresados, y es porque pierden el deseo de mejorar.

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4) Verifica tu progreso

  1. Repasa tus representaciones mentales constantemente.

  2. Revisa tu avance y si realmente te está acercando a tus representaciones mentales.

  3. Asegúrate de que tu profesor o mentor esté interesado en tu proceso.

  4. Comprométete con el aprendizaje.

  5. Busca salir de tu zona de confort cada vez más.

  6. Verifica tu concentración durante la práctica.

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5) Mantén la motivación

  1. Ten motivos fuertes que te impulsen a avanzar. De nada sirve que procures ser el mejor pianista de tu país si no te apasiona el piano y solo lo haces por agradar a tus papás.

  2. Planifica y ejecuta tu entrenamiento en las mejores condiciones posibles de acuerdo a lo que requieres.

  3. Descansa, ten una buena dieta y practica una hora diaria (como mínimo).

  4. Cree en que puedes ser un experto.

  5. Ponte objetivos segmentados que permitan recompensas.

  6. Comprométete con el proceso.

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6) Recuerda que el talento no es nato

Por años se ha creído que el talento viene de fábrica. No obstante, a pesar de que las personas sí venimos con deseos y predisposiciones a ciertas actividades, solo la práctica deliberada te hace excepcional en ellas. Por ejemplo, por mucho tiempo se creyó que el oído absoluto eran un don, pero es solo el resultado de la práctica deliberada desde que el músico es un niño. De hecho, se estudió a los expertos en distintas ramas alrededor del mundo y se concluyó en que lo único que los diferencia de las personas promedio son las horas de práctica deliberada que han realizado desde que son niños hasta el día de hoy. Así que todo es cuestión de ejecución.

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Así que la práctica deliberada es la opción más segura para convertirte en el número uno en lo que sea que te propongas, y Número Uno te lo detalla con precisión, hechos científicos y una dosis de realidad, lo que no le cae nada mal a nadie. Es un librazo para desarrollarte.

¿Y tú en qué área te gustaría aplicar este método?

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