Los 10 Derechos del Lector
La comunidad lectora puede ser difícil si te encuentras con quienes generalizan sus opiniones, ya sea desmeritando libros que no les gustan, despreciando géneros, formas de leer o creyendo que una persona que pausa el hábito de la lectura no merece ser llamado lector. Es por eso que te comparto los derechos que puedes ejercer para defenderte y no sentirte mal contigo mismo, propuestos por Daniel Pennac. Y me refiero a los 10 Derechos del Lector.
1. El derecho a no leer
Para ser lector no necesariamente debes leer a diario. Si lo haces solo cuando se te apetece, es válido y, si pasas varios meses sin leer, también lo es, pues tienes el derecho a evitar la lectura. Como dijo Benito Taibo:
«Leer y amar no son imperativos».
2. El derecho a saltarte páginas
En ocasiones te encuentras libros de no ficción que contienen párrafos o capítulos que abordan temas que ya sabes, o novelas con exceso de descripciones que distraen, por lo que... tienes derecho a saltarte esas partes, incluso si se trata de páginas enteras.
3. El derecho a no terminar un libro
Quizá comenzaste un libro y a la mitad se puso raro, aburrido, o no conectaste con la historia ni con los personajes. Bueno, tienes derecho a no terminarlo, abandonarlo y a comenzar otro.
Tal como lo dijo el escritor Javier Ruescas:
«La vida es muy corta y hay muchos libros por leer como para estar leyendo algo que no nos gusta».
4. El derecho a releer
Todos tenemos un libro que nos provocó una emoción dulce u otro sentimiento que amamos experimentar. Pues podemos releerlo todas las veces que queramos hasta que nos lo sepamos de memoria.
5. El derecho a leer cualquier cosa
En la vida encontrarás lectores que aseguran que solo los libros clásicos y los nominados al Nobel son los únicos dignos de leerse. Pues eso no es cierto, ya que tienes el derecho a leer cualquier cosa: lo que tú quieras, lo que se te antoje, lo que llene tus necesidades en determinado momento. ¡Lee lo que se te dé la gana!
6. El derecho a confundir la ficción con la realidad
Habrá momentos en que te preguntarás qué haría el personaje del libro que acabas de leer o fantasearás con alguno de ellos, lo que no te convierte en un chiflado, pues tienes derecho a confundir la ficción con la realidad.
7. El derecho a leer en cualquier sitio
No por ley debemos estar en una silla de lectura o en una cama para poder leer. Es válido hacerlo en un tren, un avión, una sala de espera y hasta de pie en un bus. Lee donde a ti te plazca siempre y cuando no te pongas en riesgo.
8. El derecho a hojear un libro
Si eres de los que les gusta hojear el libro antes de comprarlo para estar seguro de lo que contiene, haz valer tu derecho. Acércate a un librero y pídele que destape los libros emplasticados para que puedas hojearlos. ¡Es tu derecho!
9. El derecho a leer en voz alta
Siempre y cuando leer en voz alta no interfiera con los derechos de otra persona a estar en paz y en silencio, lee en voz alta cuando quieras.
10. El derecho a estar callado
No tienes por qué contar lo que lees, qué te pareció el libro ni leer en voz alta. Puedes guardar completo silencio con tus lecturas.
Cuando abrazas cada uno de estos derechos y los haces valer, dejas de ser ese tipo de lector odioso. Leer es un símbolo de libertad personal, por lo que no hay un molde específico de cómo ser lector, y estos derechos te lo recuerdan.
¿Y tú qué otro derecho añadirías? Compártemelo en los comentarios.