«El juego de los deseos»: NO-VE-LA-ZA
Elijo la mayoría de mis lecturas en Amazon porque soy un lector de Kindle, y a veces puedo pasar hasta una hora esperando a que el algoritmo me muestre una opción en la sección de sugerencias. Fue así que encontré El juego de los deseos, de Megan Shaffer. Me bastó leer el argumento para dar el clic de compra más rápido de mi vida.
Uf. Aquí te cuento por qué me encantó, así que quizá sea mi reseña menos objetiva.
Una última esperanza
Lucy Hart es una maestra auxiliar de 26 años que espera el día en el que pueda tener las condiciones correctas para adoptar a Christopher, su alumno huérfano de siete años al que adora con todo su ser. Sin embargo, al paso que va, le tomará por lo menos tres años llegar a la meta, eso considerando que su situación no empeore.
Por fortuna, todo cambia cuando Jack Masterson, el autor de La Isla del Reloj, la serie infantil más famosa de todos los tiempos, lanza un concurso en el que el premio será el manuscrito del volumen 65. Quien lo gane, puede quedárselo o venderlo por millones.
Lucy, como la fanática más entregada de la serie, se gana un lugar para participar. Ahora deberá presentarse a la Isla del Reloj, un lugar inspirado en los libros que tanto ama, donde Jack Masterson, con la ayuda de su apuesto ilustrador, Hugo Reese, le pondrá encrucijadas en las que probará su conocimiento, pero también su corazón.
¿Qué te promete esta novela?
Uf. La pregunta sería ¿qué no te promete? Hay familia encontrada, problemas familiares y legales, heridas del pasado, infancias catastróficas, escritores bondadosos, esperanza, literatura infantil y romance. Quisiera contarte más, y espoilearte, pero es una novela que DEBES leer para descubrir los tesoros que guarda.
El juego de los deseos es para ti si…
Te gustan las historias reconfortantes.
Eres partidario de la esperanza.
Crees en el poder de la fantasía
Crees en que la familia es la que se escoge.
Eres entusiasta de la litera infantil.
Tiene una serie literaria infantil favorita que te ha acompañado siempre.
Te gustan los concursos.
Te gusta el romance.
Te gusta escribir.
Una novela que, a mi criterio, tiene factores que rara vez se encuentran juntos.
«No te rindas, Lucy. Y recuerda siempre que los únicos deseos concedidos son los deseos de los niños valientes que siguen pidiéndolos incluso cuando parece que nadie los escucha, porque siempre hay alguien escuchando».
Debo decir que nunca había encontrado una novela que sintiera tan perfecta para mí. Es casi como si la autora la hubiera escrito pensando en todo lo que me gusta: familia encontrada, literatura infantil, concursos y esperanza. Además, las frases me recordaron la importancia de nunca perder la fe (en mi caso, en Dios).
Memorable, tierna y esperanzadora. Así es El juego de los deseos.
Así que esta novela se coloca en el primer puesto de este año como mi lectura favorita de ficción. Dudo que lea otro título que la reemplace en lo que queda del año.
Guau. Novelón.
