Tesoros del ayer: «Cuentos infantiles Océano»

Cuando era niño, una época en que la grabadora era el reproductor musical y auditivo por excelencia, escuchaba Cuentos Infantiles Océano, que traía un set de dos libros con sus respectivos casetes en los que dos actores de voz narraban las historias. Para mí era embriagante presionar el botón de play y escucharlas hasta quedarme dormido.
Con el pasar de los años, aquel tesoro literario terminó en donaciones, por lo que fue una sorpresa grata reencontrarme con él gracias a la cuenta de YouTube de una chica llamada Patricia Rivera.
En su espacio se hallan los 27 cuentos con la voz, el texto y ilustraciones que venían en los libros físicos.

En la cuenta de Patricia puedes disfrutar de…
Androcles y el león
La maravillosa historia de Pinocho
Ali Babá y los cuarenta ladrones
Ricitos de Oro y los tres osos
El Soldadito de Plomo
Dumbo
Riquete, el del copete
Bambi y sus amigos del bosque
Cenicienta
El maravilloso vestido del emperador
La Bella Durmiente
Los tres cerditos y el lobo feroz
La liebre y la tortuga
La cigarra y la hormiga
Las aventuras de Peter Pan
Pulgarcito y sus hermanos
La princesa Piel de Asno (Mi favorito)
Alicia en el País de las Maravillas
Los viajes de Gulliver
Blancanieves y los siete enanitos
La casita de chocolate
El Príncipe Feliz
La gallina de los huevos de oro
Aladino y la lámpara maravillosa
El Gato con Botas
El patito feo
Caperucita Roja

Escúchalos, por favor...
En primer lugar porque, como puedes ver, son varios cuentos de hadas, uno griego y varios adaptados de los libros clásicos, además de una fábula; una variedad curiosa, a mi parecer, que también puede acercarnos a aquella literatura que de momento no hemos considerado explorar.
En segundo lugar, porque son audiocuentos de calidad para la época en la que se lanzaron; de hecho, puedo afirmar que esa producción fue de las pioneras que se lanzaron en el rubro de los audiolibros. Y tercero, porque escuchar este tipo de historias ayudan a conectar con la inocencia que resguarda el corazón y potencian el lado creativo de la mente. Y cuarto, porque es un instrumento de lectura para disfrutar con los más pequeños a cualquier hora del día. Las voces son estimulantes, pero no desesperantes ni tormentosas como los videos de CoComelon.

Por último, he de decir que es difícil encontrar un libro descatalogado, en especial su versión audible… pero aquí la tienes. Así que aprovecha el tesoro que la tecnología nos trajo de vuelta.
Yo volveré a escucharlos antes de dormir.
