«El progreso del peregrino»: La adaptación infantil

El progreso del peregrino para niños

Antes de que C. S. Lewis escribiera Las Crónicas de Narnia, El progreso del peregrino, de John Bunyan, era la novela alegórica por excelencia sobre el camino que recorremos los cristianos. Y no, no se publicó en 1900 ni en el 1800, sino en 1678. Por eso me sorprende que, más de trescientos años después, por fin a alguien se le ocurriera hacer una adaptación infantil. Así que aquí te cuento por qué está hermosa y cómo es que el pequeño lector puede comprenderla con facilidad, todo gracias al trabajo de escritura de Giancarlo Montemayor y a las ilustraciones de Aixa de López.

El peregrino, un cristiano imperfecto (Oh, vaya sorpresa)

La historia nos cuenta el camino de Peregrino, un joven que acaba de huir de la Ciudad de la Destrucción para encontrar la Ciudad Celestial, un sitio de paz y amor donde por fin se deshará de la carga que lleva en su espalda, según lo promete el libro que lleva consigo. Tristemente, transita su viaje solo, pues ni su familia, ni sus amigos ni sus vecinos le creyeron cuando les dijo que la ciudad acabará en ruinas.

El progreso del peregrino para niños

En el trayecto, Peregrino se encuentra con algunos hombres: unos lo ayudan a continuar por el camino hacia la ciudad Celestial, mientras que otros intentan desanimarlo, engañarlo y evitar a toda costa que sea libre de sus cargas. ¿Podrá llegar a donde tanto anhela y obtener las promesas de aquel libro?

El progreso del peregrino para niños

¿Qué representa esta historia?

Representa los retos que encontramos los cristianos en nuestro camino, antes y después de aceptar a Cristo. De hecho, cada uno de los personajes y sitios que visita Peregrino explican los problemas, las tribulaciones, los aliados y oponentes con los que nos enfrentamos a diario. De hecho, el libro incluye un glosario sobre lo que significa e intenta hacer ver cada elemento y personaje dentro de la historia.

  • Peregrino: Es un extranjero, como nosotros en este mundo.

  • Carga de Peregrino: El pecado

  • Ciudad de la Destrucción: El mundo

  • Ciudad Celestial: El destino del creyente después de la muerte

  • Pantano de la Desesperación: Las pruebas de fe

  • Señor Sabio Mundano: Personas que comparte la sabiduría del mundo

  • Evangelista: Es un instrumento humano, quien comparte el evangelio y nos acompaña en el camino.

  • Fiel: Hermano en Cristo que entiende lo que vivimos

  • Flexible: Aquel que empieza bien la carrera, pero regresa a la Ciudad de la Destrucción una vez que se presentan los problemas.

  • Intérprete: Quien ayuda al cristiano a entender las Escrituras.

  • Castillo de la Duda: Pruebas donde se duda de las promesas de Dios.

  • Príncipe de la Feria de la Vanidad: Satanás

  • Llave de la promesa: El evangelio

El progreso del peregrino para niños

¿Por qué creo que es una excelente manera de explicar el camino del evangelio a los niños?

Primero, porque en ningún momento se envilece a los personajes que intentan alejar a Peregrino de su trayectoria, tan solo se les muestra como personas que eligieron otro camino e intentan convencernos de ir con ellos (como cristianos, lo que menos necesitamos es ver a las demás personas como enemigas). Segundo, porque Peregrino no llega a creer que es mejor o que es intocable gracias a que aceptó a Jesús en su corazón y eligió el camino de la Ciudad Celestial, todo lo contrario: es consciente de que necesita de un salvador por sus pecados. Y, en un tiempo donde gran parte de los cristianos ha lanzado juicios por creerse moralmente mejores, este libro recuerda que realmente somos de lo peor y por eso necesitamos entregarle nuestras cargas a Jesús y pedirle al Espíritu Santo que nos limpie y ayude. Finalmente, el lector comprende que la salvación es un regalo inmerecido.

El progreso del peregrino para niños

Este primeras lecturas toma al lector de la mano y le muestra cómo será su recorrido, rodeado de quienes comparten su fe y que creen en las promesas de un Dios amoroso y también de aquellos que eligieron un camino distinto. Sin duda, fue uno de esos libros infantiles que me recordó el regalo de haber aceptado a Jesús y de lo imperfecto que seguiré siendo. Lo recomiendo.

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