«Corazón pródigo»: La doble vida de Christine D’Clario
Christine D’Clario es una de las cantantes cristianas con la trayectoria más larga de los dosmiles, con con éxitos como Seguirte, Rey, Mente Sana, La Batalla y Como dijiste. Y, como ocurre con la mayoría de personas que Dios usa, a veces se cree que tuvieron una vida impoluta y sin mancha, tan perfecta que por eso el Creador del Universo los eligió para un ministerio enorme. Bueno, nada más alejado de realidad, pues Dios rescató a Christine de una doble vida según lo cuenta en su autobiografía, Corazón pródigo.
Christine comparte cómo el dolor emocional que sufrió durante su niñez y juventud la llevó a rebelarse contra Dios mientras que al mismo tiempo servía como líder de alabanza en la iglesia.
«El estar enojada con Dios me hizo comprometer mi fe e integridad. Erré en mi pensamiento. Creía que Dios no podía amarme. Por tanto, mi respuesta era regresarle esta creencia al elegir no amarlo ni amar nada que tuviera que ver con Él».
Fue así que una noche, después de sentirse frustrada porque el Espíritu Santo la confrontó por la manera en la que estaba viviendo, oró de la manera más descarnada y enojada posible.
«Mira, Dios. Si es cierto que tú me ves, que me amas, que tienes planes para mí, y todo eso que dice la Biblia, ¡tienes hasta la medianoche para demostrármelo! Digo, si es que me estás oyendo, y si es que en verdad existes. Si no lo haces, se terminó para mí. Me iré de la iglesia y me lanzaré de lleno al mundo, y esta vez es cierto. Porque si a ti no te importa lo suficiente como para mostrarte delante de mí antes de que termine el día, entonces a mí tampoco me importa lo suficiente como para mantener esta fachadita de niña de iglesia. Y si me pierdo en el camino, ¡pues que me pierda!».
Me encantaría contarte cómo le respondió Dios aquel ultimátum, pero es mejor que lo leas. O si quieres escucharla a ella contarlo, puedes hacer clic aquí.
Christine continúa relatando el proceso de restauración que pasó para ser sanada de sus heridas emocionales, de las expectativas irreales que tenía de sí misma y del deseo de atención y aprobación que la consumían. De hecho, expone la hipocresía religiosa de la que era parte.
Por lo tanto, si quieres leer una historia sincera, descarnada, que te haga comprender el amor de Dios, la importancia de la sanidad emocional y que plantee un nuevo enfoque sobre la parábola del hijo pródigo, este libro es la opción que no sabías que necesitabas leer.
Guau. Cuanta transparencia en un libro. Es de mis biografías favoritas.
¿Y tú ya lo leíste?