«La historia de Campeona: ¡A los perros también les da cáncer!»
La literatura infantil es capaz de explicar cualquier tema si se hace de la manera correcta: es decir, con respeto por el lector y con la dosis correcta de empatía o humor. Y La historia de Campeona: ¡A los perros también les da cáncer!, de Sherry North y Kathleen Rietz, es una de esas lecturas que lo ejemplifica muy bien al abordar el cáncer.
¿De qué trata La historia de Campeona: ¡A los perros también les da cáncer!?
Campeona es una golden retriever muy juguetona quien disfruta atravesar pistas de obstáculos, por lo que su dueño, Cody, la entrena para competencias. Sin embargo, una tarde que la acaricia, le palpa una protuberancia en el tórax, y al llevarla con la veterinaria, les informan que Campeona tiene cáncer: ahora tendrá que recibir quimioterapias semanales.
Cody siente culpa, se distrae y lucha con la inquietud emocional que le provoca ver a la perrita sobrellevando la enfermedad. Aun así, se asegura de estar con ella en todo momento.
Final con espóilers
En una de las semanas en que Campeona se siente bien, Cody la lleva a la competencia de obstáculos. Ahí él se quiebra el tobillo y, a la noche, cuando está en cama con la perrita, le dice que ahora ella deberá cuidarlo a él.
Puntos clave
La escritora del libro, Sherry North, es médico, así que explica de manera fiel las vivencias de los pacientes con cáncer.
Se expone la dureza de las quimioterapias y el esfuerzo que hacen los allegados de los pacientes al apoyarlos en el proceso.
Los sentimientos de Cody, como la tristeza, la impotencia y la frustración se presentan como emociones válidas que son parte de la vida: está bien sentirlas.
Al final del libro no se especifica si Campeona logrará superar el cáncer, una dura incertidumbre que viene con la enfermedad.
Me pareció un cuento bien planteado, con una trama perfecta para que el lector entienda los desafíos del cáncer y lo que las personas que están alrededor del paciente viven. El final es un poco abrupto, repentino, pero se aprecia que no diga si Campeona superó el cáncer, porque es una realidad dura que debemos enfrentar.
Sin duda, lo recomiendo para niños de entre seis a doce años.